Durante el embarazo parece que la mujer deja de ser una mujer y pasa a ser una paciente que a ojos de la ginecología hay que buscar los problemas, como dice Michel Odent, parece ser que hoy en día a no hay ninguna mujer capaz de albergar en su vientre un bebé sin tener ningún problema, la que no tiene la tensión baja la tiene alta, la que no es demasiado obesa es demasiado flaca, unas son demasiado mayores y otras demasiado jóvenes…pues parece que no hay un solo embarazo sano, aunque hasta ahora no se nos ha dado tan mal, la humanidad sigue en la tierra…
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| 4º mes de embarazo |
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Así que según los ginecólogos, hay que hacerse un montón de pruebas: ecografías, analíticas, prueba del azúcar…por protocolo, y ya si vas por seguro privado ni te cuento, como te dejes te hacen una eco cada mes. Parece que nuestra salud y la de nuestro bebé depende del médico, y eso es lo que nos quieren hacer pensar ellos. La ciencia está muy bien para cuando hay un problema, pero sino mejor dejar que la naturaleza actúe por su cuenta, que no va tan mal, con eso no digo que no haya que hacerse pruebas sino no depender tanto de la medicina si tenemos un embarazo sano.
A pesar de todo el control médico actual que “sufrimos” las embarazadas, nadie se ha preocupado de la salud emocional durante la gestación. Son momentos de muchos cambios físicos, psicológicos y emocionales que parece que muy poca gente le da importancia y no dejan de vernos como una máquina de reproducción sin mas. Después de leer “La vida secreta del bebé antes de nacer” me he dado cuenta de la importancia del ambiente que rodea a la embarazada y la repercusión que sufre en su salud y la del bebé.
Situaciones de tristeza, estrés, malos tratos ya sean físicos y psicológicos, falta de cariño y comprensión por parte de la gente que la rodea puede desencadenar en bebés problemáticos y con estrés debido a toda la cantidad de hormonas que segregamos en estas situaciones que pasan al torrente sanguíneo y por consiguiente a la placenta y al bebé.
Parece ser que en nuestras consultas ginecológicas lo único que importa es que no engordemos demasiado (o demasiado poco), nos hagamos todas las pruebas y “nos portemos bien”, al ginecólogo le importa un bledo nuestros miedos y dudas acerca del embarazo y del parto, no nos ofrecen las diferentes posibilidades, ya se da por sentado un parto medicalizado, en algunos casos no deja de ser como un cadena de montaje en que todo tiene que ser igual en todas las mujeres: oxcitocina, a los 5cm de dilatación epidural y episiotomía y todos contentos porque la madre y el bebé están vivos, como si ese fuera el único objetivo, aunque ya me voy del tema, y eso yo aun no lo he sufrido ni espero tenerlo que sufrir. He tenido la suerte de conocer las comadronas de la Casa de Partos Migjorn cerca de Manresa, donde este grupo de mujeres nos aconsejan y nos resuelven todas las dudas físicas y emocionales que podamos tener acerca del embarazo y además nos ofrecen la posibilidad de un parto natural sin prisas ni protocolos, tal y como la mujer lo sienta.
Hablando con ellas te hacen confiar mas en tu cuerpo, ya que estamos diseñadas para dar a luz, te aconsejan y te hacen sentirte mas segura de ti misma sin tener que depender de pruebas médicas, cuando no es necesario, con ellas parece ser que la parte médica es importante pero la emocional cobra un papel por delante que influye tanto o mas en tener un embarazo sano.
No hay nada mejor que escuchar a tu cuerpo para sentirte segura de ti misma y disfrutar de un buen embarazo, las pruebas médicas es algo complementario.
